El domingo día 5 de Junio se disputó el I Extreme Man Triathlon Salou-Costa Daurada 226. Cuatro de nuestros mejores y más valientes triatletas (Dani Alabadí, Jose Luis Fliquete, Toni Naturil y Begoña Alfonso), se personaron en Salou con la intención de pasar un bonito día de playa y montaña, mucha mucha mucha montaña, rodeados de los suyos.
Todos acabaron con éxito la experiencia, para uno desconocida y para otr@s no tanto, pero para tod@s un día inolvidable. Según nos cuentan, la organización estuvo a la altura, la gente muy volcada y a pesar del esfuerzo agonístico, el sufrimiento pasa y queda un bonito recuerdo. Recomendable, concluyen.
Mención especial la 1ª posición de Fliquete en el grupo G55-59M y Begoña, la 1ª clasificada del grupo G45-49F, la que nos cuenta, en primera persona, su experiencia.
La sensación que tengo es de muchísima felicidad. Para mí es un lujazo haber podido terminar un 2º Ironman con 48 tacos.
Los pronósticos meteorológicos, las semanas prevías, no eran muy esperanzadores. Todos estábamos mentalizados para encontrarnos un mar revuelto y una bici francamente peligrosa, debido a que las bajadas serían sobre asfalto mojado.
El domingo, a las 5 de la mañana, estabamos en boxes (Fliquete, Dani, Toni y yo). Como era de noche no apreciábamos el cielo, pero no pintaba muy mal. Conforme cortaba el día, nos acercábamos a la orilla mirando el cielo, amenazaba alguna nube. A las 6 ya estabamos en la orilla. El mar era una gran balsa. El único inconveniente era que las boyas, de referencia y de limitación de embarcaciones, eran todas amarillas. Teniendo en cuenta mi sentido de orientación, estaba algo preocupada.
A las 6:30, con puntualidad británica, cañonazos y salida. Este primer segmento de natación se realiza y se supera (con medusas incluidas).
Cuando empiezo la bici, el tiempo es perfecto, está nublado, pero sin lluvia. El circuito está perfectamente señalizado, constantemente mossos, guardia civil y voluntarios te indican. El paisaje es para no perder detalle. Es duro, además de los puertos, constantemente, subidas y bajadas (pon plato, quita plato) pero Toni me ha entrenado muy bien, y ahí estoy.
Llego a boxes más tarde de lo previsto (por supuesto mis 3 chicos llegaron hace mucho) Carmen me dice que no me preocupe, que Toni le ha dicho, que la bici era muy dura y que me centre en la carrera.
Empiezo la maratón, estoy muy cansada, deben ser alrededor de 15:35; no sé si podré con ella, pero lo voy a intentar. Son 4 vueltas por el paseo marítimo y alrededor del pueblo. La gente me anima a rabiar, como llevas el nombre en el dorsal, todos te llaman por tu nombre y me emociono. Llevo 2 vueltas, sigo corriendo a trote borriquero (como dice Idoia). Estoy muy cansada, pero muy feliz porque queda ya muy poco, para que un nuevo sueño se haga realidad. Están mis hijos, Alberto, mi amiga Marina, Jose María y toda mi gente anónima que me están animando, estoy llorando de alegría. Veo la pancarta de mis hijos ¡¡¡VAMOS TIBURON BEGOÑA!!! Recojo mi última pulsera (la 3ª) quedan 10km.
Llego a meta, en el pasillo de entrada al arco, entro con Toni y mis hijos, lo he conseguido ¿Se puede pedir más? El reloj del arco marca 14horas 11minutos. Me abrazo a ellos y lloro, soy muy feliz. Me ponen la medalla y me dan la camiseta de Finisher.
Todos acabaron con éxito la experiencia, para uno desconocida y para otr@s no tanto, pero para tod@s un día inolvidable. Según nos cuentan, la organización estuvo a la altura, la gente muy volcada y a pesar del esfuerzo agonístico, el sufrimiento pasa y queda un bonito recuerdo. Recomendable, concluyen.
Mención especial la 1ª posición de Fliquete en el grupo G55-59M y Begoña, la 1ª clasificada del grupo G45-49F, la que nos cuenta, en primera persona, su experiencia.
La sensación que tengo es de muchísima felicidad. Para mí es un lujazo haber podido terminar un 2º Ironman con 48 tacos.
Los pronósticos meteorológicos, las semanas prevías, no eran muy esperanzadores. Todos estábamos mentalizados para encontrarnos un mar revuelto y una bici francamente peligrosa, debido a que las bajadas serían sobre asfalto mojado.
El domingo, a las 5 de la mañana, estabamos en boxes (Fliquete, Dani, Toni y yo). Como era de noche no apreciábamos el cielo, pero no pintaba muy mal. Conforme cortaba el día, nos acercábamos a la orilla mirando el cielo, amenazaba alguna nube. A las 6 ya estabamos en la orilla. El mar era una gran balsa. El único inconveniente era que las boyas, de referencia y de limitación de embarcaciones, eran todas amarillas. Teniendo en cuenta mi sentido de orientación, estaba algo preocupada.
A las 6:30, con puntualidad británica, cañonazos y salida. Este primer segmento de natación se realiza y se supera (con medusas incluidas).
Cuando empiezo la bici, el tiempo es perfecto, está nublado, pero sin lluvia. El circuito está perfectamente señalizado, constantemente mossos, guardia civil y voluntarios te indican. El paisaje es para no perder detalle. Es duro, además de los puertos, constantemente, subidas y bajadas (pon plato, quita plato) pero Toni me ha entrenado muy bien, y ahí estoy.
Llego a boxes más tarde de lo previsto (por supuesto mis 3 chicos llegaron hace mucho) Carmen me dice que no me preocupe, que Toni le ha dicho, que la bici era muy dura y que me centre en la carrera.
Empiezo la maratón, estoy muy cansada, deben ser alrededor de 15:35; no sé si podré con ella, pero lo voy a intentar. Son 4 vueltas por el paseo marítimo y alrededor del pueblo. La gente me anima a rabiar, como llevas el nombre en el dorsal, todos te llaman por tu nombre y me emociono. Llevo 2 vueltas, sigo corriendo a trote borriquero (como dice Idoia). Estoy muy cansada, pero muy feliz porque queda ya muy poco, para que un nuevo sueño se haga realidad. Están mis hijos, Alberto, mi amiga Marina, Jose María y toda mi gente anónima que me están animando, estoy llorando de alegría. Veo la pancarta de mis hijos ¡¡¡VAMOS TIBURON BEGOÑA!!! Recojo mi última pulsera (la 3ª) quedan 10km.
Llego a meta, en el pasillo de entrada al arco, entro con Toni y mis hijos, lo he conseguido ¿Se puede pedir más? El reloj del arco marca 14horas 11minutos. Me abrazo a ellos y lloro, soy muy feliz. Me ponen la medalla y me dan la camiseta de Finisher.
Enhorabuena y a por el "Embrunman" que allí tocarás el cielo.
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